Kim Jong Un se reunió con Vladimir Putin en la región rusa del Lejano Oriente en un histórico encuentro que marca la primera salida de Kim Jong Un de su país en cuatro años. Durante la reunión, Putin expresó su interés en fortalecer los lazos militares y estratégicos entre ambos países.
Putin, quien ha convertido al ejército y país en uno que necesita pedir ayuda a un Estado empobrecido como Corea del Norte, busca mejorar sus capacidades militares en medio de la guerra en curso contra Ucrania. La situación en Ucrania ha preocupado a la comunidad internacional, ya que la acción militar rusa está haciendo que el mundo sea más peligroso.
En busca de armamento, Rusia ha estado explorando oportunidades en otras naciones parias, como Irán. Las tensiones en la región han llevado a Rusia a buscar una mayor cooperación militar con Corea del Norte, quien se cree podría estar ayudando en la guerra contra Ucrania.
Mientras tanto, Putin continúa formando alianzas con regímenes represivos y gobiernos que limitan los derechos de sus ciudadanos. China ha mantenido su apoyo a Rusia, pero hasta ahora no ha proporcionado grandes cantidades de armas.
Rusia está particularmente interesada en adquirir proyectiles de artillería y misiles antitanque de Corea del Norte. Esta colaboración militar entre ambos países podría tener implicaciones significativas en la región y alterar el equilibrio de poder existente.
La reunión entre Kim Jong Un y Vladimir Putin marca un hito en las relaciones entre ambos países. Mientras Kim Jong Un se aventura a salir de su país por primera vez en cuatro años, es evidente el interés de Rusia por fortalecer su posición militar en medio de la guerra en Ucrania. Este encuentro no solo tiene implicaciones para la región, sino también para el equilibrio de poder global.
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