Se ha llevado a cabo un estudio científico internacional coordinado desde el Cimus y el IDIS por Pablo Aguiar, el cual ha demostrado que las personas que sufren de tauopatía primaria asociada a la edad no siempre desarrollan la enfermedad de Alzheimer, como se creía anteriormente.
Este estudio revela que si una persona tiene tau pero no amiloide, es probable que su evolución sea buena y no desarrollen demencia. El Alzheimer se caracteriza por el depósito de dos proteínas tóxicas en el cerebro, el amiloide y el tau. Sin embargo, se ha descubierto que es el tau el responsable de los síntomas y el deterioro en el cerebro.
Para confirmar estos hallazgos, se utilizó la tomografía por emisión de positrones (PET), la cual confirmó que una cantidad significativa de personas con deterioro cognitivo padece tauopatía. El estudio analizó imágenes PET de amiloide y tau, imágenes de resonancia magnética nuclear, biomarcadores de líquido cefalorraquídeo y pruebas neuropsicológicas de 965 personas.
De los participantes, 264 tuvieron PET positivo de tau y negativo de amiloide, mientras que 451 tuvieron PET positivo de tau y amiloide, siendo clasificados como pacientes con Alzheimer.
Los resultados de este estudio sugieren que la tauopatía primaria relacionada con la edad es una entidad patológica distinta al Alzheimer y requerirá un enfoque terapéutico diferente. Por lo tanto, las terapias actuales deben comenzar a tratarse cuando el tau no está expandido en todo el cerebro.
Los investigadores tienen la intención de continuar con este estudio para comprender qué les sucede a estas personas a largo plazo y cómo difiere su evolución de los pacientes con Alzheimer.
Este descubrimiento puede abrir nuevas puertas en el campo de la investigación y tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, brindando nuevas esperanzas a quienes padecen de tauopatía primaria asociada a la edad y abriendo la posibilidad de desarrollar terapias más eficaces y personalizadas para esta enfermedad.