Sam Altman, director ejecutivo y cofundador de OpenAI, fue destituido por la junta directiva el viernes pasado. La noticia sorprendió a la industria de la inteligencia artificial, ya que Altman había sido fundamental en el desarrollo y crecimiento de la empresa.
Sin embargo, el martes pasado, después de una protesta masiva del personal, Altman regresó a OpenAI y gran parte de la junta directiva se retiró. Este giro dramático en los eventos ha dejado a muchos especulando sobre el futuro de la compañía y ha generado divisiones sobre cómo gobernar el desarrollo de la IA.
La junta directiva, en su mayoría independiente de las operaciones diarias de OpenAI, había sido considerada esencial en la promoción de la singularidad de la empresa. Altman había descrito la estructura de OpenAI como un cortafuegos contra el desarrollo irresponsable de la IA.
Toby Ord, investigador principal en filosofía de la Universidad de Oxford, mencionó que la junta no tenía el poder de despedir a Altman, lo cual ha sido visto como algo negativo por algunos. Este caótico reinicio del liderazgo en OpenAI ha cristalizado las divisiones existentes sobre cómo gobernar el futuro de la IA.
Además, figuras del establishment en tecnología y Larry Summers ahora forman parte de la junta directiva de OpenAI. Sin embargo, dos directoras asociadas al movimiento «altruismo efectivo» fueron destituidas del consejo, lo que ha generado controversia y cuestionamientos sobre la dirección que tomará la compañía.
Hasta el momento, el motivo de la destitución de Altman sigue siendo un misterio. Han surgido rumores sobre posibles proyectos paralelos o vínculos con Microsoft, pero hasta ahora nada se ha confirmado.
Un rumor que ha ganado fuerza es la posibilidad de que OpenAI esté trabajando en la creación de una inteligencia artificial general y que haya una posible desconexión bajo el consejo de Ilya Sutskever. Esto ha generado aún más interrogantes y expectativas sobre el futuro de la empresa y su papel en la industria de la IA.
Con todos estos acontecimientos, OpenAI se encuentra en una encrucijada, con el desafío de encontrar un nuevo liderazgo y una dirección clara. La comunidad de la IA espera con ansias cómo se desarrollarán los próximos capítulos de esta historia, y qué impacto tendrán en el futuro de la tecnología.