La pérdida de sueño tiene un gran impacto en nuestro funcionamiento emocional y puede causar ansiedad, según un estudio reciente publicado en ‘Psychological Bulletin’. Este estudio resume más de 50 años de investigación sobre la relación entre la privación del sueño y el estado de ánimo.
La Sociedad Española de Sueño (SES) ha informado que la prevalencia de insomnio crónico se ha duplicado en España en las últimas dos décadas, afectando a 5.4 millones de personas en el país. Cuantificar los efectos del sueño en las emociones es fundamental para promover la salud psicológica.
Los investigadores analizaron datos de 154 estudios con un total de 5,715 participantes y descubrieron que la pérdida de sueño resultó en menos emociones positivas y un aumento de los síntomas de ansiedad en los individuos estudiados. Además, se encontró que la pérdida de sueño reduce la activación en respuesta a estímulos emocionales.
Por otro lado, los síntomas de depresión y las emociones negativas mostraron hallazgos más pequeños y menos consistentes. Se sugiere que las futuras investigaciones deberían incluir una muestra de edad más diversa para comprender mejor cómo la privación del sueño afecta a diferentes grupos de edad, así como analizar los efectos de la pérdida de sueño en diferentes culturas.
Es preocupante que más del 30% de los adultos y hasta el 90% de los adolescentes no duerman lo suficiente, lo que subraya la importancia de abordar este problema de salud pública. La investigación tiene implicaciones significativas para la salud individual y pública en una sociedad que carece de suficiente sueño.
En resumen, la pérdida de sueño afecta nuestro funcionamiento emocional, puede causar ansiedad y ha mostrado un aumento significativo en la prevalencia del insomnio crónico en España. Es esencial investigar más sobre los efectos del sueño en diferentes grupos de edad y en diferentes culturas para comprender mejor este problema y promover la salud psicológica.
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