El destacado científico español Juan José Badimon, quien emigró a Estados Unidos hace 40 años, ha dedicado su carrera a la investigación médica en el área de la aterotrombosis. Durante este tiempo, ha trabajado en reconocidos hospitales como la Clínica Mayo, el Mount Sinai y el Mass General.
Uno de los descubrimientos más destacados de Badimon es el papel protector del HDL, también conocido como colesterol bueno. Anteriormente, se creía que el colesterol era una simple grasa que se transportaba en la sangre, pero ahora se sabe que se encuentra en una partícula llamada lipoproteína.
El colesterol LDL, conocido como colesterol malo, interactúa con la pared arterial, se oxida y provoca una reacción inflamatoria que puede llevar a la formación de placas en las arterias. Estas placas pueden ser la causa de enfermedades como angina de pecho o incluso un infarto de miocardio.
Sin embargo, el HDL es más complejo de lo que se creía anteriormente y su función va más allá de simplemente transportar el colesterol. Se ha demostrado que tanto niveles bajos como altos de HDL pueden tener efectos negativos en la salud cardiovascular.
Aumentar los niveles de HDL de forma natural puede ser beneficioso, y se recomienda adoptar hábitos saludables como hacer ejercicio, dejar de fumar y seguir una dieta equilibrada. A pesar de la importancia del HDL, reducir los niveles de colesterol LDL sigue siendo el principal objetivo para reducir el riesgo cardiovascular.
Es importante que los pacientes comprendan la importancia del tratamiento y reciban objetivos claros para aumentar su cumplimiento. Además, se recomienda reducir el consumo de carnes procesadas en una dieta orientada a reducir el colesterol.
El tratamiento con estatinas después de un evento cardiovascular puede reducir el riesgo residual, pero es importante tener en cuenta que pueden existir otros factores de riesgo involucrados. Es fundamental que los pacientes reciban un enfoque integral para abordar su salud cardiovascular.
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