El mercado inmobiliario está generando dificultades para los inquilinos en todo el país, según un informe de la Universidad Pompeu Fabra y Tecnocasa. El alquiler ha aumentado tanto que, si se viviera de esta manera durante 25 años, se pagarían más en concepto de alquiler que de hipoteca.
A corto plazo, esta relación puede cambiar debido a la subida de los tipos de interés propiciada por el Euribor y el BCE, lo que haría que la cuota hipotecaria superase al alquiler. Sin embargo, a largo plazo, la compra de una vivienda resulta más ventajosa que el alquiler.
De acuerdo con el informe, una vivienda de 250.000 euros se puede adquirir con una hipoteca de 200.000 euros o pagando una renta media de 900 euros al mes como inquilino. En la comparación de un año, el alquiler es más económico que la hipoteca, pero a lo largo de 25 años, el hipotecado habrá amortizado su deuda y habrá pagado unos 116.702 euros en intereses, mientras que el inquilino habrá desembolsado 359.496 euros en alquiler.
El modelo también tiene en cuenta que la vivienda se revalorizará con el tiempo, mientras que el alquiler aumentará más que el IPC. Por lo tanto, la diferencia a favor de la compraventa será aún mayor después de 25 años.
Es importante destacar que, para comprar una vivienda, el comprador debe tener al menos 50.000 euros ahorrados para financiar al menos un 20% del valor del inmueble. Además, se deben tener en cuenta los gastos e impuestos adicionales que conlleva la compraventa y la hipoteca, los cuales no pueden financiarse y podrían ascender a unos 30.000 euros.
En conclusión, el mercado de compraventa plantea un dilema en el que los recursos económicos de las familias son más importantes que su estilo de vida. A pesar de que el alquiler puede ser más económico a corto plazo, a largo plazo la opción de la compra resulta más ventajosa y beneficioso para las personas. Es fundamental considerar todos los aspectos antes de tomar una decisión, ya que cada situación financiera es única y requiere de un análisis detallado.
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