El presidente ruso Vladímir Putin arrasa en las elecciones presidenciales con el 87,32% de los votos, logrando su victoria más abultada desde que llegó al poder en el año 2000. Con este resultado, Putin podrá permanecer en el cargo hasta 2030, gracias a su reelección en unos comicios que registraron una participación récord del 77,44%.
Las elecciones se llevaron a cabo en un clima de fuertes medidas de seguridad, y a pesar de las críticas de la oposición y de varios países occidentales que tacharon el proceso de «farsa», Putin defendió el sistema electoral y aseguró que las protestas no afectaron los resultados. Incluso, advirtió a Occidente sobre un posible conflicto en Ucrania y la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial.
Las regiones ucranianas ocupadas por Rusia también participaron en las elecciones, lo que ha provocado cuestionamientos sobre la legitimidad de los resultados. Durante los tres días de votación, se registraron protestas y disidencia en todo el país, mientras que líderes internacionales criticaron las elecciones y la continuidad de Putin en el poder.
A pesar de las críticas y de la anexión de territorios ocupados en Ucrania, Rusia sigue adelante con sus planes, demostrando una vez más su poderío en la región. Con esta aplastante victoria, Putin consolida su posición como uno de los líderes más controversiales y poderosos de la actualidad, dejando en claro que no tiene intenciones de abandonar el poder en un futuro cercano.
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