Las familias desalojadas de las urbanizaciones ‘El Soto II’ y ‘El Soto Peña Ortiz’ de Peñaflor vivieron una noche difícil debido al crecimiento del río Gállego y un caudal al límite. La preocupación se centraba en las riadas pasadas que han causado graves daños en la zona.
Los bomberos de Zaragoza y Protección Civil han estado monitoreando constantemente el río, que alcanzó un caudal de 437 metros cúbicos por segundo. La alcaldesa de Peñaflor, Mamen López, anunció que las familias podrían regresar a sus hogares una vez que el caudal bajara a 422 metros cúbicos por segundo.
El acceso a las urbanizaciones es riesgoso debido al mal estado de los caminos, lo que dificultaría una evacuación rápida en caso de emergencia. Se pide la reparación de los caminos para evitar posibles tragedias en el futuro.
Los residentes regresaron a sus hogares con alivio, recordando las riadas anteriores y sus consecuencias. Los vecinos están preocupados por el estado del río y la necesidad de limpiarlo para prevenir futuras inundaciones.
A pesar de la crecida del río, se confía en la resistencia de la mota y en la buena gestión de los desembalses por parte de las autoridades. La comunidad espera que se tomen medidas para garantizar la seguridad de todos los residentes en caso de futuras crecidas del río.
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