La selección ecuatoriana quedó eliminada este jueves en los octavos de final del Mundial Sub-20 de Argentina, tras caer 3-2 ante Corea del Sur que resistió el último empujón de Mini Tree y ahora luchará por la victoria el domingo. Semifinal contra Nigeria.
Esta vez, la parte de Kendrey no fue suficiente. El equipo, dirigido por Miguel Bravo, regresó a casa luego de un partido muy parejo y con muchos errores atrás, en el estadio Único Madre de Ciudades de Santiago del Estero.
En un descanso de diez minutos, Corea anotó dos veces a través de Lee Young-joon (minuto 11) y Bae Junho (minuto 19).
Los sudamericanos reaccionaron antes del final del primer tiempo con un penal, que convirtió Justin Koiro (en el minuto 36), pero Choi Seokhyun lo descartó de cabeza tras una mala salida de Gilmar Napa (en el minuto 48) en el inicio de la segunda etapa.
Sebastián González volvió a cortar al final (m84), pero Correa aguantó y ganó. Un final triste para Ecuador después de su brillantez en la victoria más grande hasta ahora en la Copa del Mundo. Una victoria por 9-0 sobre Fiyi parece muy lejana hoy.
El equipo Bravo empezó a adormecerse y cuando quiso se dio cuenta de que estaba dos goles por detrás.
El primero nació de un centro de Bae Junho al pecho de Lee Young-joon, que remató Napa que solo dejó caer el balón con la mirada. Fue la primera jugada seria de los asiáticos. Trabajo artístico.
El letargo continuaba en Ecuador. Nadie se atrevió a dar un paso adelante, excepto Kendry Baez. Mientras tanto, Kim Yonghak, que fichó por la maravillosa Copa del Mundo, ha hecho la vida de los defensas un infierno.
El segundo llegó casi por inercia. Otra hazaña técnica, esta vez de Bai Junhu, quien se alejó de Daniel de la Cruz y engañó a Napa con un corte bajo para poner el 0-2.
El segundo golpe en menos de diez minutos. La defensa de Ecuador fue transparente. Debió ser Páez quien salvó a su equipo con una aventura de un solo hombre que terminó en un indiscutible penalti de Park Changwoo.
El lateral coreano lo agarra levemente por detrás con los brazos y la estrella del último partido Sudamericano Sub-17 siente contacto y cae.
Nación Oshane la llamó de inmediato. El árbitro asistente de video lo llamó, pero mantuvo su decisión.
Cuero de corte bajo. Ecuador entró repentinamente al juego bajo la dirección de Páez. Las sensaciones en la primera parte no pudieron ser mejores, pero en el inicio de la segunda les llegó el tercer y último jarro de agua fría.
Esta vez fue en la esquina y esta vez el que falló fue Napa, quien no calculó bien la salida y Choi Seokhyun parecía un avión por ahí. Cabeza a palo y objetivo.
Sin embargo, los de Bravo no se dieron por vencidos y siguieron soñando con la remontada que estuvo cerca de alcanzar Sebastián González en el minuto 84 tras atrapar un rechace dentro del área.
«¡Si se puede! ¡Sí se puede!», pero eso no fue posible y los jugadores ecuatorianos terminaron tristes en la cancha. (Dr)
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