Las aguas continúan turbulentas en el socialismo valenciano, según reporta el sitio web ‘Vive Miranda’. Los últimos movimientos en términos de organización han generado suspicacias en ciertos sectores del partido. Se cree que el ex presidente Ximo Puig está intentando ganar posiciones de cara al próximo congreso del PSOE valenciano. La designación de Pilar Bernabé como número 2 del partido ha causado malestar entre algunos miembros. Esta designación se interpreta como un movimiento sucesorio, ya que Bernabé se mantiene en la Comunidad Valenciana como representante del poder institucional socialista.
Según fuentes socialistas, la elección de Bernabé fue unilateral y careció de consenso. La confianza máxima que Puig deposita en Bernabé le ha otorgado a esta última mayor peso político dentro del partido. Por otro lado, Carlos Fernández Bielsa ha perdido la opción de presidir la Diputación, lo cual se ha interpretado como una forma de neutralizar su influencia.
Existe crítica hacia el secretario general por no haber evitado que el Partido Popular tomara control de la Diputación. Se reclama la falta de explicaciones acerca de los resultados electorales de Puig en comparación con los de Pedro Sánchez. En el entorno de Puig, se considera que los resultados obtenidos se deben al proyecto y al papel desempeñado por Ximo Puig durante la campaña.
Con estos movimientos y tensiones en el seno del socialismo valenciano, la incertidumbre y el debate están lejos de aplacarse. Se espera que el próximo congreso del PSOE valenciano arroje luz sobre el futuro del partido y de sus líderes en la Comunidad Valenciana.
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