El reconocido dibujante y humorista Jaume Perich siempre manifestó su antipatía hacia José Luis Perales, reconocido cantautor español. Sin embargo, Perales demostró su inteligencia y sentido del humor al aceptar participar en un diálogo irónico en un programa de televisión.
Recientemente, se han generado varios rumores acerca de la muerte de José Luis Perales a causa de un ictus. Sin embargo, el mismo Perales desmintió estos rumores desde Londres, donde se encuentra actualmente. Ante tales falsas informaciones, es importante recordar que los errores al anunciar la muerte de una celebridad viva se han convertido en un género periodístico.
Un claro ejemplo de este tipo de errores ocurrió cuando el diario Le Monde publicó el obituario del empresario Bernard Tapie antes de su fallecimiento, lo cual generó gran controversia y obligó al periódico a pedir disculpas públicamente.
En el mundo del periodismo, es común encontrar archivos de borradores de obituarios preparados con anticipación para diversas personalidades. El prestigioso diario The New York Times cuenta con un archivo que comprende alrededor de 1.800 candidatos, una muestra del cuidado y previsión de los medios al respecto.
Incluso, algunos artistas han llegado a solicitar ver su propia necrológica para corregir posibles imprecisiones. Jean-Luc Godard, reconocido director de cine, hace algunos años hizo esta petición para asegurarse de que su vida y obra fueran retratadas de manera precisa y profesional.
Sin embargo, no todos los medios están de acuerdo con esta práctica. El periódico Libération se negó a mostrarle el borrador de su propia necrológica a Godard, considerando que esta práctica es morbosa y poco ética.
En definitiva, el mundo de las necrológicas y los rumores de muerte de celebridades vivas siguen generando controversia en el ámbito periodístico. Es importante que los medios de comunicación sean responsables y verifiquen las fuentes antes de difundir cualquier información que pueda causar confusión o angustia a los lectores.
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