Paco Arévalo, el rey de los cassettes en España en los años de antaño, destacó en una época en la que el humor era típico de los bares y las reuniones familiares. Durante aquellos años, las comedias en el cine eran la gran evasión, aunque actualmente serían consideradas patéticas.
Arévalo se ganó el aplauso del público con sus imitaciones de acentos, a pesar de que su humor era atrevido y soez. Aunque aparecía en televisión, muchos de sus chistes eran impublicables debido a su contenido inapropiado.
Otros cómicos destacados de aquella época incluyen a Eugenio y Paco Gandía. Sin embargo, fue en el programa «Un, dos, tres» donde Arévalo ganó reconocimiento adaptando su repertorio verde junto a Chicho Ibáñez Serrador.
Hacia mediados de los años 80, el público comenzó a cuestionar la crueldad de ciertos chistes. Aunque las redes sociales han repudiado sus chistes, es injusto juzgar a Arévalo por su comedia de hace 40 años. Cabe recordar que la sociedad ha evolucionado y los estándares de humor han cambiado.
A pesar de que su especialidad no era el humor inteligente, Arévalo alcanzó un gran éxito en la televisión de aquella época. Sin embargo, este cómico supo adaptarse a medida que surgieron nuevos cómicos y nuevas formas de hacer reír.
Paco Arévalo forma parte de una generación de cómicos que hicieron reír a nuestros padres y abuelos, y merece respeto por ello. Aunque su estilo de comedia puede parecer desfasado hoy en día, es importante reconocer su contribución al mundo del entretenimiento y los momentos de risas que brindó a muchas personas.