El informe de Vigilancia VIH/SIDA en Europa 2022 revela un preocupante aumento del 30% en los diagnósticos de VIH en la región. Aunque las cifras de casos de sida se mantienen estables y las muertes relacionadas con la enfermedad disminuyen, más de 2,4 millones de personas han sido diagnosticadas en Europa, y muchas otras desconocen su estado.
Según el informe, el acceso mejorado a las pruebas ha llevado a un aumento del 4,2% en los diagnósticos de VIH. Durante el año 2022, se realizaron un total de 110.486 diagnósticos en la Región de Europa. Sorprendentemente, el 16,6% de los diagnósticos reportados correspondieron a personas que ya habían sido diagnosticadas anteriormente en otro país.
Varios factores contribuyen a este aumento preocupante. La reanudación de los servicios de pruebas después de la pandemia y la implementación de nuevas estrategias de pruebas están jugando un papel crucial en estos altos números. Sin embargo, es alarmante que más de la mitad de los diagnósticos de VIH en Europa se realicen tarde, lo que dificulta el acceso al tratamiento adecuado y puede tener consecuencias graves para la salud de las personas afectadas.
Por otro lado, los diagnósticos positivos previos incluyen a más mujeres y personas de mayor edad, mientras que los casos de VIH entre hombres jóvenes son predominantemente en etapas agudas y tempranas. La transmisión del VIH a través del contacto heterosexual ha sido la principal forma de contagio en 2022.
A pesar de estas preocupantes cifras, el informe también destaca que la tasa de sida y las muertes relacionadas con la enfermedad han disminuido significativamente en la última década. Sin embargo, países como Chipre y Letonia han registrado las tasas más altas de casos de VIH en Europa, lo que evidencia grandes disparidades regionales en la región. La mayoría de los diagnósticos se concentran en el Este de Europa.
Para abordar esta situación, es fundamental contar con estrategias de vigilancia efectivas que permitan identificar y abordar las vulnerabilidades en las poblaciones clave. Asimismo, es necesario mejorar la conciencia y reducir el estigma asociado al VIH para garantizar que nadie se quede atrás en la lucha contra esta enfermedad.