El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha entregado un informe impactante sobre los abusos sexuales en la Iglesia Católica en España. Según el informe, un alarmante 11,7% de los españoles han sufrido abusos sexuales cuando eran menores de edad. Esto equivale a 450,000 víctimas de abusos vinculadas a la Iglesia.
El informe se basa en un sondeo realizado por la reconocida empresa GAD-3, que entrevistó a 8,013 personas. Sin embargo, las víctimas critican la calidad del informe y señalan que España es el último estado en realizar este tipo de investigación.
Entre los datos alarmantes presentados en el informe, se destaca que el 1,13% de las víctimas habrían sufrido abusos en un contexto religioso. Esto significa que alrededor de 284,500 personas en España han sido abusadas por sacerdotes católicos. Además, se revela que el 73,7% de las víctimas de abuso sexual infantil son mujeres, pero en el ámbito religioso, el 65% son hombres, lo que sugiere que la mayoría de los abusos cometidos en la Iglesia son por sacerdotes homosexuales.
La edad media de las víctimas es de 48,6 años, pero las víctimas de abusos cometidos por sacerdotes tienen una edad media de 65,1 años. Esto demuestra que los abusos sexuales dentro de la Iglesia han dejado secuelas duraderas en las víctimas a lo largo de sus vidas.
Quizás una de las cifras más alarmantes del informe es que solo el 6,8% de los casos de abuso atribuidos a la Iglesia han resultado en condena judicial. Esto plantea interrogantes sobre la efectividad del sistema judicial en enfrentar estos delitos.
Curiosamente, el informe revela que los abusos sexuales ocurren con menos frecuencia en el ámbito religioso (4,6%) o educativo religioso (5,9%) en comparación con el ámbito familiar (34,1%), la vía pública (17,7%), el ámbito educativo no religioso (9,6%) o el ámbito laboral (7,5%). Esto muestra que la realidad de los abusos es mucho más amplia y no se limita únicamente a la Iglesia.
Si se utiliza el mismo método de cálculo utilizado por Gabilondo, habría alrededor de 1,400,000 víctimas de abuso en el ámbito familiar, 800,000 en la vía pública y 700,000 en colegios no religiosos en España. Estas cifras son igualmente preocupantes y exigen una respuesta contundente por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto.
Este informe es un grito de alerta que nos recuerda la importancia de proteger y garantizar la seguridad de nuestros niños y jóvenes. Es necesario que se tomen medidas efectivas para prevenir los abusos sexuales y para que las víctimas obtengan la justicia que merecen. La sociedad en su conjunto debe estar comprometida en erradicar esta dolorosa realidad.