El Estado Islámico (Daesh, Isis) ha asumido la responsabilidad del reciente ataque contra una iglesia cristiana en Estambul, según informes de la agencia Amaq. Durante la misa, dos terroristas llevaron a cabo el atentado, lo que lamentablemente resultó en la muerte de uno de los feligreses.
Según la declaración de Amaq, el ataque se llevó a cabo en respuesta al llamado del Estado Islámico de atacar a judíos y cristianos. El ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, ha confirmado que el incidente tuvo lugar a las 11.40 h en la iglesia de Santa María, ubicada en el barrio de Sariyer.
Después del ataque, se ha iniciado una investigación para detener a los responsables. Por suerte, las autoridades tienen pistas significativas ya que una cámara de seguridad captó a los posibles autores antes del incidente. Ahora, las fuerzas de seguridad se encuentran trabajando arduamente para identificar y arrestar a dichos individuos.
Este trágico incidente ha generado conmoción y preocupación tanto en la comunidad cristiana como en el público en general. Las organizaciones religiosas y las autoridades locales están tomando medidas adicionales de seguridad para proteger a los lugares de culto, especialmente durante los servicios religiosos.
El ataque a la iglesia en Estambul es otro triste recordatorio de los peligros que enfrentan las comunidades religiosas en todo el mundo. Es fundamental que las naciones y las religiones se unan para condenar y enfrentar el extremismo que busca sembrar el miedo y la división entre diferentes creencias.
En estos momentos difíciles, es importante recordar la importancia de la tolerancia y el respeto mutuo entre todas las personas, sin importar su fe. Las comunidades religiosas deben permanecer unidas, fortaleciendo los lazos de amor y solidaridad, para superar el odio y la violencia que se intenta imponer sobre ellas. Solo a través de la unión y el entendimiento podremos proteger y preservar los valores que constituyen la base de nuestras sociedades.