«Controlar la glucemia: clave para prevenir la diabetes»
La glucemia, o concentración de glucosa en la sangre proveniente de los alimentos, es un factor crucial para mantener una buena salud. El valor del índice glucémico varía dependiendo de la edad, sexo, tipo de alimentación y condición física de cada persona.
La glucosa se obtiene principalmente de los carbohidratos presentes en la dieta, como el arroz, el pan o la pasta. Sin embargo, es importante tener en cuenta que si se consume más glucosa de la necesaria, esta se almacenará en el hígado, lo cual puede resultar contraproducente.
Para que la glucosa pueda ser utilizada por el organismo, es necesaria la acción de la insulina, una hormona responsable de ayudar a que la glucosa se mueva entre las células. En caso de que exista un exceso de azúcar en sangre, los vasos sanguíneos pueden resultar dañados y el flujo sanguíneo puede verse dificultado.
Es fundamental mantener un nivel de glucosa en sangre adecuado para prevenir la diabetes. Se considera que el valor normal de glucosa en sangre en ayunas es inferior a 100 mg/dl. Un nivel entre 100 y 125 mg/dl indica la presencia de prediabetes, es decir, un estado previo a desarrollar diabetes. Por otro lado, un nivel superior a 126 mg/dl es un indicador de posible diabetes.
Es importante tener en cuenta que el nivel de glucosa en sangre puede variar a lo largo del día y también dependiendo de si se ha comido o no. Por ello, es recomendable llevar un control regular de la glucemia y realizar análisis periódicos para detectar cualquier alteración en niveles de azúcar en sangre.
En resumen, mantener niveles medios de glucemia es esencial para prevenir la diabetes y garantizar una buena salud. Controlar la ingesta de alimentos con alto índice glucémico y llevar una dieta equilibrada y saludable son medidas clave para ser conscientes de nuestra glucemia y mantenerla en valores adecuados.