Israel llevó a cabo una ofensiva aérea en el sur de Líbano que provocó la muerte de al menos 16 personas, según informes recientes. Esta acción desató una serie de eventos que han aumentado la tensión en la región, incluido un ataque de represalia por parte de Hizbulá que resultó en la muerte de un ciudadano israelí.
A raíz de estos incidentes, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha ofrecido a los palestinos desplazados la posibilidad de regresar al norte de Gaza. Sin embargo, la situación en la Franja de Gaza es cada vez más desesperada, con dos tercios de los hospitales ya no operativos y el 70% de la población del norte enfrentando una hambruna catastrófica.
La desnutrición infantil está aumentando a un ritmo alarmante en Gaza, lo que ha llevado al Programa Mundial de Alimentos a intervenir distribuyendo alimentos vitales. Sin embargo, se enfrentan a dificultades para llegar a todas las áreas debido a la falta de rutas accesibles. Se ha señalado la necesidad urgente de utilizar el puerto de Ashdod para garantizar la distribución de alimentos y asistencia humanitaria en Gaza.
La comunidad internacional ha expresado su profunda preocupación por la crisis en Gaza y ha instado a todas las partes a buscar una solución pacífica y duradera para el conflicto. Mientras tanto, la población de Gaza sigue sufriendo las consecuencias devastadoras de la violencia y la falta de recursos básicos, lo que subraya la urgencia de encontrar una solución a esta crisis humanitaria.
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