La cremación ganando popularidad como método de disposición del cadáver en el mundo
La muerte es un evento inevitable que todos enfrentamos, y con ello surge la necesidad de decidir cómo queremos que nuestro cuerpo sea tratado después de partir. Una opción cada vez más popular es la cremación o incineración, que consiste en la reducción del cuerpo humano a través del fuego hasta convertirse en cenizas. Esta práctica ha ganado terreno en los últimos años debido a su simplicidad y menor impacto ambiental en comparación con los entierros tradicionales.
Una persona cuyas cenizas se encuentran en la Luna es Eugene Merle Shoemaker, un destacado físico y astrónomo estadounidense. Reconocido por sus contribuciones en el estudio de los cambios geológicos causados por meteoritos, sus investigaciones y teorías lo llevaron a recibir la prestigiosa Medalla Nacional de Ciencia de Estados Unidos.
En la década de 1990, Shoemaker hizo un descubrimiento trascendental al encontrar el cometa Shoemaker-Levy 9, que se estrelló contra Júpiter en 1994. Este hallazgo revolucionó nuestra comprensión sobre el impacto de los objetos celestes en los planetas y despertó un interés renovado en la importancia de la astronomía.
Tras su fallecimiento, se le rindió un tributo inusual pero significativo. Las cenizas de Shoemaker fueron llevadas a la Luna por la sonda espacial Lunar Prospector, donde fueron esparcidas en reconocimiento a sus extraordinarios logros. Este acto fue una forma de honrar su legado y asegurar que su valiosa contribución a la ciencia fuera recordada para siempre en el misterioso satélite natural de la Tierra.
En resumen, la cremación se ha convertido en una opción cada vez más elegida para la disposición final del cuerpo después de la muerte. Además, personajes como Eugene Merle Shoemaker han dejado un legado que trasciende los límites terrestres, con sus cenizas descansando en la tranquila y enigmática superficie lunar.