La inflamación abdominal es una reacción natural del cuerpo ante un estímulo dañino, como virus, bacterias o sustancias nocivas presentes en algunos alimentos. Sin embargo, no todas las hinchazones están relacionadas con la inflamación, ya que también pueden ser causadas por acumulación de gases o malos hábitos alimentarios.
Es importante tener en cuenta que no se deben tomar soluciones milagrosas o suplementos antiinflamatorios sin prescripción médica, ya que cada caso es único y requiere un enfoque individualizado. Además, la industria cosmética puede crear preocupación en torno a la inflamación donde no existe.
La inflamación abdominal solo es considerada anormal si va acompañada de dolor y cambios en el ritmo intestinal. En casos de inflamación crónica, ésta puede provocar diversas enfermedades como diabetes tipo 2, asma, artritis, enfermedad inflamatoria intestinal, psoriasis y cáncer.
La mejor manera de evitar la inflamación del aparato digestivo es cuidar la microbiota intestinal. Esto se logra mediante una dieta variada y equilibrada, una buena higiene del sueño y la reducción del estrés. Algunos alimentos que pueden ayudar a combatir la inflamación son el aceite de oliva virgen extra, cebolla, piña, limón, cítricos, uvas, moras, granadas, manzanas, pescados azules, té verde y maca.
Por otro lado, se recomienda moderar el consumo de ácidos grasos omega-6, presentes en aceites vegetales y en alimentos ultraprocesados. Estos ácidos grasos pueden promover la inflamación si se consumen en exceso.
Finalmente, es importante mantener una correcta hidratación con agua para asegurar un correcto funcionamiento del sistema digestivo. En resumen, cuidar la microbiota intestinal a través de una dieta equilibrada, reducir el estrés y moderar el consumo de ciertos alimentos puede ayudar a prevenir y combatir la inflamación abdominal.
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