Después de décadas de investigación, los países más ricos finalmente han financiado tratamientos y vacunas contra el ébola, una enfermedad mortal que ha afectado a numerosas comunidades en África durante años. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó dos tratamientos en 2020, después de invertir más de 800 millones de dólares en investigaciones.
Estos tratamientos, RegN-EB3 (atoltivimab/maftivimab/odesivimab) y mAb114 (ansuvimab), han sido recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2022 y ahora forman parte de la Lista Modelo OMS de Medicamentos Esenciales. Sin embargo, a pesar de su efectividad, muchas personas aún no tienen acceso a ellos durante los brotes de ébola.
Solo un tercio de los pacientes afectados ha recibido alguno de los tratamientos en los últimos cinco brotes, lo que plantea preocupaciones sobre la accesibilidad y equidad en el tratamiento de esta enfermedad. Las empresas Regeneron y Ridgeback han mantenido el control privado de estos tratamientos a través de patentes y licencias, lo que dificulta su distribución a gran escala.
Expertos en salud instan a que se tome acción para garantizar que todos tengan acceso a estos tratamientos vitales en caso de un brote de ébola. Las vacunas también juegan un papel crucial en la prevención y respuesta a esta enfermedad, por lo que es fundamental continuar invirtiendo en investigación y desarrollo en este campo.
Con la aprobación de estos tratamientos y su inclusión en la lista de medicamentos esenciales de la OMS, se espera que más personas tengan acceso a ellos en el futuro. Sin embargo, es necesario abordar los desafíos de acceso y distribución para garantizar que nadie se quede sin tratamiento en caso de un brote de ébola.
«Social media scholar. Reader. Zombieaholic. Hardcore music maven. Web fanatic. Coffee practitioner. Explorer.»