El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se reunió con líderes árabes en su viaje multinacional, tras visitar Israel por tercera vez. Durante su visita, Blinken reiteró el rechazo de Estados Unidos a un alto el fuego entre Israel y Hamas, y en su lugar pidió «pausas humanitarias» para llevar ayuda a la zona de Gaza.
Sin embargo, la situación en Gaza se ha vuelto aún más complicada, ya que Hamas está impidiendo que los ciudadanos extranjeros abandonen la zona hasta que Israel garantice el paso de las ambulancias hacia Egipto. Además, Israel admitió haber atacado una ambulancia frente al Hospital Al-Shifa de Gaza, aunque Hamas lo niega.
Se esperaba que más de 700 extranjeros abandonaran Gaza a través del cruce de Rafah el sábado, pero debido a los constantes ataques y la falta de garantías de seguridad, su evacuación se ha visto obstaculizada.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha pedido un alto el fuego y la liberación de los rehenes, en medio de la escalada de violencia en la región. Los ataques israelíes han provocado daños significativos, afectando a un edificio frente a la entrada de emergencia del hospital Al-Quds y a una escuela administrada por la ONU, que servía de albergue.
La situación humanitaria en Gaza es cada vez más grave, y Estados Unidos está considerando establecer hospitales de campaña en la zona. Mientras tanto, Israel acusa a Hamas de disparar contra soldados israelíes en una ruta segura.
La comunidad internacional ya ha comenzado a tomar medidas en respuesta a la crisis en Gaza. Turquía ha retirado a su embajador en Israel debido a la «tragedia humanitaria» en la región, y otros países también han seguido su ejemplo. La presión sobre Israel para que detenga los ataques y se alcance un acuerdo de alto el fuego se intensifica cada vez más.
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